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21.7.15

Colaboración: Convivencial / Proyecto para el Foro El Bicho / Con Tania Solomonoff y Taniel Morales 0.0

Pensando en las relaciones que se darían en el foro El Bicho
Convivencial fue una pieza escénica pensada específicamente para el Foro El Bicho, un espacio que viene prestando especial atención a propuestas escénicas generadas en México. 
Taniel, Tania y yo deseábamos experimentar diferentes relaciones entre el público y nosotros cuestionando la relación de poder entre actor y público superponiendo a estas figuras las categorías de tallerista y alumno, un tipo de relación más íntima y distinta en el tiempo. Estas categorías se fueron alternando durante las presentaciones-sesiones.
Invitamos al público a asistir a 4 presentaciones-sesiones, en lugar de ir sólo a una función. Durante cada sesión se desarrollaron acciones y se elaboraron ideas colectivas, algunas de las cuales reaparecían de lunes a lunes. El ritmo del taller se fue dando solo. En general, cada sesión logramos momentos de sintonía y soltura, reflexión y análisis. Usamos objetos para generar sentido, ubicamos espacios dentro del Foro que designamos como nuestros, bailamos y jugamos a encontrar, a partir de las urgencias de todos, una urgencia común. Durante la última sesión, usamos el escenario como convencionalmente se usa un escenario, con las luces sobre quien allí se parara a proponer algo. Pero ya el espacio no era el mismo, nos movíamos en el como en una casa.


Segunda parte: Unitierra, sede Oaxaca, México / Espacio Demostravivo / LARA

Propuse a los miembros de la Unitierra en la ciudad de Oaxaca, trabajar juntos en un video que partiría de lo que piensan que es la propuesta particular de esta organización. Fue muy grato llegar, en mi segunda visita y saber que se habían reunido a discutirlo y que tenían ideas al respecto. Llegamos Laura Alderete, José Antonio y la pequeña Maia (hija de ambos) con la cámara y algunos materiales que pensé que podrían servirnos para “decir”. Fue interesante (y muy útil) que el primer día, no contáramos con uno de esos materiales para trabajar, así que esa tarde nos la pasamos conversando, grabando en audio lo que algunas mujeres tenían que decir sobre su experiencia de vida en la Unitierra. 
Debo decir que de la primera vez que fui, encontré varios cambios en la dinámica de este espacio. Noté que trabajaron mucho organizando los estantes de libros, el espacio de la radio, el del taller de serigrafía, increible. Cada semana que fui, por lo menos una vez, vi la casa llena de gente (no sólo de Oaxaca sino de otras partes de México y del mundo).
El día sábado nos llevamos la cámara a San Sebastián Tutla, donde se realiza el tequio en el Espacio Demostravivo (vinculado a la Unitierra, como muchos otros proyectos). Sin realmente ningún plan más que el de estar allí dispuestos sensiblemente para hacer lo que queríamos, organizamos las tareas del día, dividiéndonos en grupos que cocinarían, trabajarían la tierra y el bahareque y pensarían en una propuesta de acción con la cual hablar de sí mismos y su relación con la tierra y el aprendizaje para así armar nuestro video. 
Una de las ideas que surgió fue enterrarse en la tierra, como semillas y desde allí crecer. Al probar echarnos boca abajo sobre la tierra arada, descubrimos una sensación muy especial que cada quien podría describir con sus palabras. Hubieron momentos largos de silencio en donde Elvia, Hutzin y Patricia se movían ligeramente sobre la tierra. Así pasó el día, probando la ideas, los encuadres y los tiempos de grabación.
Cuando el video estuvo terminado (aunque aún queremos hacer una versión más), visité nuevamente la Unitierra para mirarlo juntos. 
Aquí el video:


Fue recibido con gusto y tranquilidad, como cuando uno lleva algo de comer a una casa y ese algo se vuelve parte de una merienda común.
   

En fechas previas, inauguramos en México D.F. una muestra colectiva con los trabajos de los artistas que participamos de la residencia de LARA (Latin American Roaming Art) en el Museo Carrillo Gil donde también fue expuesto este video.



Primera visita a Lima para un proyecto (aún sin nombre) / Con Joelle Gruenberg y Pablo Pérez Palacios

En Febrero del siguiente año (2016) presentaremos en el Museo de Arte de Lima (MALI) un proyecto dentro del programa In Situ, que lleva Sharon Lerner.
Estoy muy contenta de trabajar en ello junto a Joelle Gruenberg (bailarina y coreógrafa independiente) y Pablo Pérez Palacios (arquitecto). Nos juntamos en Lima a trabajar en esto, con la mayor concentración posible, por unos cuantos días. 
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Joelle y yo compartimos la experiencia del butoh y hemos venido conversando sobre la práctica de la libertad detonada a partir de mover el cuerpo no desde una intención representativa, psicológica o coreográfica, no desde la destreza, sino desde un punto flojo, desde un existir, desde la apertura de dejar de ser uno mismo (noción occidental del ser como unitario) y de crear desde lo que a uno le atraviesa cuando comparte una experiencia con otros. Joelle nutre enormemente este proceso de trabajo; menciona: “Mi noción del cuerpo fluctúa hoy entre lo que puedo nombrar y lo que no”.

A partir del cuerpo, desde allí, se potencia o se hace presente la intuición.  La intuición, frente a la racionalidad, es mucho más certera. Tal vez no toma el camino largo del análisis de diversas posibilidades de comprensión de un aspecto de la realidad, más bien lo que hace es ir directamente a una idea, por un atajo emotivo, ligado directamente al cuerpo, se siente.  ¿Cómo podemos hacer uso de esa capacidad que tenemos para crear sentido y mundo proponiendo, reaccionando, cediendo, empujando, absorbiendo? ¿cómo se viven los espacios como el museo o la ciudad cuando se es consciente de que somos partícipes en la creación de realidades? 

El Museo de Arte de Lima, tiene potencialmente a un público amplio y diverso con el que deseamos trabajar. Esperamos contribuir a que el público pueda percibir al museo como un lugar en donde puede acercarse al arte de manera horizontal sin caer en formatos didácticos facilistas, valorando la diversidad de aportes que las personas, desde su particularidad pueden dar.  
Hicimos una invitación abierta al público del museo (en redes sociales) a participar de nuestro proceso de reflexión a través del cuerpo. Aquí nuestro anuncio:
  Aquí algunas imágenes (aún misteriosas) de lo que sucedió:

Primera parte: Unitierra, sede Oaxaca, México / Espacio Demostravivo / LARA (residencia en San Agustín Etla)

Mientras me encontraba en el apacible Centro de las Artes de San Agustín Etla en Oaxaca, la situación de este país entraba en una crisis aún más profunda de lo que podríamos haber imaginado. Desaparecidos ya los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero en el mes de septiembre, se sentía fuertemente el violento retorno del priísmo y sus políticas represoras. El Estado y el crimen organizado están aliados, es más nítido ahora que nunca. Fue difícil para mí lidiar con la esquizofrénica realidad. ¿Cómo continuar con lo que estaba haciendo como si nada estuviera pasando? Esta era la vista desde mi habitación:


Y esto era lo que sucedía en la ciudad:



Unos meses antes de mi viaje a Oaxaca, recordaba haber escuchado mencionar a Taniel Morales algo sobre un magnífico proyecto en esa ciudad (y en otras partes de México) llamado Universidad de la Tierra, Unitierra. Se trata de una organización y red de aprendizaje, estudio, reflexión y acción que permite vincular a más organizaciones que por diferentes medios buscan una manera de vivir autónoma. En este espacio se practica el aprendizaje libre. Aquí cito una parte de un documento en donde la Unitierra define sus líneas de pensamiento y acción:

La Unitierra nació ante las reacciones radicales contra la escuela que observamos en muchas comunidades indígenas y que fueron formalmente expresadas en 1997, en el Foro Indígena de Oaxaca, cuando los pueblos del Estado declararon públicamente: “La escuela ha sido el principal instrumento del Estado para destruir a los pueblos indígenas y sus culturas”. Se trataba del reconocimiento público de una verdad histórica: el sistema educativo mexicano, como el de muchos otros países, fue creado para “quitarles lo indio a los indios”.



Por eso creamos nuestra universidad, abierta a recibir a jóvenes sin diplomas, aunque  nunca hubieran asistido a la escuela, para aprender las habilidades de un oficio o campo de estudio como aprendices de alguien que las está ejerciendo –una partera, un abogado agrario, un geógrafo, una agricultora urbana, un constructor con adobe…  Le llamamos universidad para reírnos del sistema oficial y para reivindicar una vieja tradición de las primeras universidades: la de que un grupo de amigos aprenda y estudie juntos, alrededor de una mesa, no para obtener un diploma o avanzar en la pirámide educativa, sino por el mero placer de hacerlo, por la pasión que un tema de estudio les inspira.

En relación al aprendizaje libre, en 2014 conocí la ya vieja pero muy vigente propuesta de Ivan Illich (de quien se habló en el encuentro Entre Utopía y Desencanto, organizado por Sofía Olascoaga, aunque sólo pude ir a la última sesión). 

En resumen, muchas situaciones me llevaron a pensar en lo que ya puedo hacer desde mi labor como artista, vincularme con otros para cambiar silenciosa o ruidosamente las lógicas de vida que considero que nos constriñen.

Usando los recursos para la residencia, hice dos visitas a la Unitierra de Oaxaca. Durante la primera, simplemente estuve presente en sus actividades. Fue una grata experiencia conocer a Gustavo Esteva, quien aún entonces se encargaba en gran medida de la Unitierra, me abrió las puertas con toda generosidad. Asistí al seminario “Caminos de la Autonomía”, que desde hace doce años hacen todos los miércoles en la sede de la calle Azucenas. Luego fui conociendo a Erika, Elvia, Esther, Hutzin, Irene, Oscar, Patricia, los operadores de Radio Tlayuda (estación de radio de la Unitierra) y algunos visitantes extranjeros como Martin, Lizbeth, Roman y Clemente. 

Entrada de la Unitierra, sede de la ciudad de Oaxaca


Aquí estamos en el Espacio Demostravivo, en San Sebastián Tutla. Realizan todos los sábados un tequio. Ese día cocinamos en una estufa lorena que ellos mismos construyeron y cubrimos los muros de una habitación en construcción con bahareque. El tiempo pasa muy distinto aquí.

En el Espacio Demostravivo de San Sebastián Tutla
Mi cuaderno de notas del seminario de resistencia económica. Cada persona narró la historia de su familia (padres, abuelos y bisabuelos) desde la perspectiva económica y laboral. Fue increíble el panorama que logramos hacer observando cómo ha cambiado el mundo en torno a este tema en los útlimos cien años.



20.7.15

Oficina de conversación (que luego retitulé como: Un singular nosotros) / Bisagra / Lima, Perú / 2014


En términos generales, la idea consiste en provocar una experiencia tanto empática como auto-reflexiva entre los participantes a través de la conversación.
En un primer momento, la acción consiste en conversar en parejas; registramos dicha conversación en audio.  Algunos temas de conversación son propuestos por nosotros y otros podrían surgir de los participantes. Existe también la posibilidad de no tener tema sino que éste cambie varias veces a lo largo de la conversación. Idealmente, las personas conversan con un compañer@ por primera vez.
En un segundo momento (al día siguiente o uno o dos días después), los participantes regresan al lugar para concluir con la actividad. 
Aquí algunas preguntas sugeridas para las conversaciones:
1-¿Qué te hace libre y por qué?
2-¿Cómo contarías la historia de tu vida en relación a los lugares en donde has vivido?
3-¿Cómo te imaginas que será esta ciudad en 50 años?
4-¿Qué es un país?
La posibilidad de ponerse en el lugar del otro:
Tras pedirle a los participantes que dialoguen en parejas durante aproximadamente una hora, grabando en audio las conversaciones (en el primer día), transcribimos (o mandamos a transcribir) esos audios separando lo que cada persona dijo en dos grupos de textos. Una vez terminado este proceso, les entregamos a cada participante la transcripción de lo que el otro dijo, pidiéndoles que conversen nuevamente leyendo sus nuevas partes. De esta manera, un participante será capaz de escucharse a sí mismo en la voz del otro y a su vez, podrá decir lo que la otra persona enunció. 
Finalmente, discutimos entre todos la experiencia. 
Si tuviéramos la oportunidad de ser otra persona o ser vivo durante un sólo instante de nuestra vida, creo que este mundo sería muy distinto. En general, vivimos obsesionados con nosotros mismos, deseando definir quiénes somos y señalizar muy bien nuestros límites e intereses. Cuando conversamos, es mucho más el tiempo y energía el que invertimos en pensar en lo que vamos a responder o decir que en prestar atención a lo que el otro intenta decir cuando se expresa. Creo que esta dinámica sirve para hacernos perder un poco el equilibrio y para mirar y mirarnos desde otra perspectiva.

Aquí algunos fragmentos de lo que se logró discutir al final de la sesión (no colocaré quién dijo qué idea sino sólo las ideas):
-Ponerte a conversar con alguien que no conoces. Entrar en confianza rápido como si fuera una conversación con alguien que conoces desde hace mucho tiempo.
-Escuchar lo que tú mismo dices es bien extraño.
-Ver también en las transcripciones que todo el rato estaba elaborando algo yo, y ella estaba elaborando algo ella, y claro, habían puntos de contacto y puntos de cruce pero se nota claramente que yo sigo elaborando lo mío después de que ella termina de hablar.
-También que al momento de leer, imaginas que esas ideas podían ser tuyas, aunque no son tuyas.
-Ahora que las leí, entendí algunas de las cosas que ella me estaba diciendo que ayer no entendía.
-Elaborar tu propio discurso te cuesta bastante energía y tiempo, te quita de tu atención y no terminas de entender del todo lo que el otro te está diciendo.
-Lo que el papel revela es cuánta mesura hay que tener en la distribución de energías.
-A ratos me doy cuenta que estoy siendo grabada. Me obligan a ser más consciente al saber que esto va a ser transcrito luego.
-Yo no sé si había sido la intención pero también esto puede ser un quehacer literario.
Cada uno tiene su dicción, su instrucción.
-Me di cuenta cómo es importante la mirada en una conversación.
-Una oportunidad para decir, bastante que quería decir. Una oportunidad para escuchar y para ser escuchada.
-Le comentaba a T que es una de las primeras veces que me pasa que escucho lo que he pensado, lo que dije, y siento que estoy bien de acuerdo con lo que pienso y confirmo lo que pienso. Entiendo mucho más lo que pensaba.
-La mejor versión de mí es cuando estoy siendo registrado y eso me pone en una situación moral de tener que reconocer que, bueno, eres bueno cuando te están observando pero cuando no, entonces la cagada.
-Se hicieron amigos ¿no?
-A mí me gustó la primera parte, de la experiencia que te permite ver de qué manera te relacionas con una persona.
-Como fue planteado el evento, esta idea súper misteriosa y mística de experimentar ser otra persona, me parece que todavía no ha llegado a ser.
-Si se intercambiaran los papeles (…) pero la persona realmente se familiarizara con el discurso de la otra persona, con el texto, y fuera una especie de representación, entonces sí habría una transferencia y comunicación.
-Al estar tú leyendo lo que otra persona ha dicho entonces tienes la oportunidad de tener otra postura, otra situación con respecto de lo que haz dicho.
-¿Qué tal si leemos lo que otras personas han conversado?
-Me parece muy bonito, como valor, generar esos lazos que pueden ser de amistad.
-Estaba pensando, escuchándolos, en varias posibilidades. Si esto dura por ejemplo, una semana y al siguiente día, antes de lo que han hecho hoy, por ejemplo, tienen que tratar de recordar entre los dos, qué han dicho el día anterior antes de ya, efectivamente, tener las conversaciones y ver qué sale de eso. O también, cambiar de parejas y contarse de qué han sido sus conversaciones.
-Puede pasar que ves si estabas de acuerdo o no con lo que habían dicho o también ver cómo cambian las versiones de lo que uno cuenta de sí mismo según con quién estás hablando o según la situación en la que estás, que es lo que hacemos todo el tiempo. Todas estas facetas con las que nos movemos.
-Las personas, como una posibilidad de viaje.
-Situaciones donde promover la franqueza como una posibilidad de cambio.
-Yo creo que todos en algún momento hemos sido víctimas de no ser oídos. Hablas y no te escuchan ¿no?
-Es una necesidad tan primaria como puede ser comer o beber.
-Sobre todo, cómo puedes ser la otra persona. Aunque ahora yo leía tu texto (a pesar que no estaba separado sino todo junto con lo que yo dije), igual por ratos yo me sentía tú [se lo dice a otra participante] porque me acordaba cómo lo habías dicho, me acordaba de cómo te entendía cuando te escuchaba.
-Yo pensaba también en esta situación de por un microsegundo dudar si estás de acuerdo con lo que acabas de decir el día anterior y cómo eso te confronta justamente con la ausencia de fijeza y la ausencia de unidad del ser, sino con toda la multiplicidad de posibilidades que tenemos para ser cada día. Percibir eso y poder explorarlo y compartirlo y discutirlo, repetirlo o trabajarlo, creo que es súper liberador porque es realmente necesario reconocer eso y apropiarse de esa falta de rigidez con respecto a uno mismo, no considerar eso como un defecto sino abrazarlo, reconocerlo como potencial. Creo que es liberador y ayuda a comprender a las otras personas porque dejas de exigirles a otros ser predecibles y consecuentes con ciertas cosas y puedes no exigírtelo a ti mismo. Muchas veces somos prisioneros de ese tipo de cosas que esperamos ser y esperamos que otros sean de acuerdo a lo que han sido o han dicho. Aquí en Lima eso es muy fuerte.

Imágenes Imágenes Imágenes

Ohno Yoshito en el estudio de su padre Ohno Kazuo.
Niñas ciegas jugando a las escondidas (publicada por Bain news service, sin fecha)
Imagen del archivo de Ohno Kazuo (1987)
Imagen del archivo de Ohno Kazuo (1966)
Imagen del archivo de Ohno Kazuo (1966)
Imagen del archivo de Ohno Kazuo (1976)
Página del libro “Kazuo Ohno's World: From Without & Within”

19.7.15

Colaboraciones: Tilsa Otta, poeta peruana, 2014

querida azotea

Tilsa Otta es una poeta peruana que conocí hace ya varios años porque es hermana de Eliana Otta, una amiga muy querida. Sin embargo, realmente no conocía a Tilsa, fue a través de sus poemas que accedí a conocerla.

Gané una beca para hacer un proyecto durante un año y pensé que sería buena idea invitar a Tilsa a trabajar en él, conocernos más y colaborar. Unos meses después, Tilsa ya estaba aquí en México, viviendo en la casa. La convivencia era entonces el proyecto; incluso inventamos el “Día Común Alterado”, durante el cual enrarecíamos cualquier acción cotidiana (tomar el desayuno con los ojos cerrados, contar hasta mil juntas, salir a la calle a hacerle preguntas a la gente, imaginar que moríamos). Muchas noches, conversábamos sobre diferentes temas (por ejemplo, un color por noche), grabábamos nuestras conversaciones y durante el día las transcribíamos.


Contando hasta mil (still de video)
También hicimos un viaje a Xilitla donde conocimos el castillo de E.James y el Sótano de las Golondrinas.


A partir de todas estas experiencias nos dimos cuenta que ni los numerosos textos, ni los videos, ni las fotos, ni las notas, lograban cuajar. Entonces, volvimos cada una a su oficio: ella a escribir y yo a dibujar, pero transformadas. Nuestra historia, ficcionada, se convirtió en un cómic que esperamos en algún momento poder publicar. Algunos de los diálogos corresponden a conversaciones reales que tuvimos; todos los sucesos, a situaciones que de alguna manera vivimos. Aquí algunas imágenes (la portada la guardo para cuando salga el libro):



 




3.9.12

COORDILLERA en 80m2 (Lima, mayo de 2012)

Amigos,

Aquí un registro de lo que fue Coordillera, podrán encontrar algunas fotos y textos que fueron expuestos. Esta exposición da continuidad a lo que comencé a plantear en He decidido bifurcarme (Centro Cultural Border, Ciudad de México, 2011). Ambas muestras se originan en conversaciones que pude tener con algunos amigos sobre nuestra experiencia educativa, institucional o no. A partir de lo dicho, produje una amplia serie de dibujos sobre plataformas de madera (que construímos mi padre y yo en el caso de Lima). Recorrer el primer piso de la galería, donde se encontraba Nuestra Montaña Voluntaria permitía leer algunos fragmentos de las conversaciones, dibujados en tinta china como parte de un gran ¨paisaje¨. En el segundo piso de la galería, los visitantes pudieron interactuar entre ellos y con La Mesa de Breton, en un juego cuyas instrucciones encontrarán en este post.



































































































































































































Agradezco muchísimo el apoyo de todos los involucrados en este proyecto.